España sí paga a traidores

Hace ya unos días que nos despertamos con la noticia de que el Consejo de Ministros de España había otorgado la Gran Cruz de la Orden de Carlos III al ex primer ministro marroquí, Driss Jettou, ministro del Interior del Reino de Marruecos cuando la isla de Perejil fue ocupada por fuerzas auxiliares dependientes orgánicamente de dicho ministerio.

Un despropósito más dentro de la interminable lista de despropósitos de este Gobierno de traidores que padece España.

¿Desde cuándo se condecora a un responsable de una invasión a nuestro país?

¿Qué méritos han concurrido en este sujeto para que, a pesar de todo, tenga que ser condecorado por el socialismo?

¿Acaso ha parado -como Supermán-  un gigantesco asteroide que se cerniera amenazante sobre la Península Ibérica?

¿O acaso lo que ha parado es una supermasiva invasión de marroquíes patéricos sobre nuestas costas, transformándola simplemente en masiva?

Por ahí puede ir el motivo de la condecoración. Y esperemos que así sea, porque, de lo contrario, si retrotraemos nuestra memoria hasta un fatídico 11 de marzo, una conexión marroquí de la masacre y un encumbramiento en el poder del socialismo, las espadas pueden empezar a arder.