Me explico: Me refiero a esa costumbre que tienen los chicos de ir enseñando parte del calzoncillo, a veces hasta su mitad y más, y, si es posible, haciendo propaganda de sus fabricantes -Calvino el Clon y similares-; y las chicas (y no tan chicas), altas y bajas, de ir enseñando sus bragazas (no diremos la cursilada de "braguitas"), sus tangas o, directamente, el comienzolarajalculo directamente, sin rodeos.
Quizás todo tenga su origen en aquella moda grunge que, en los 90, convirtió a nuestros jóvenes en pedigüeños ambulantes, en mendigos de marca y litrona.
Me acuerdo de aquellos gloriosos tiempos de mi alcohólica juventud en los que las tribus urbanas estaban bien clasificaditas y diferenciadas en su estética: los rockers (que aún sobrevivían desde los años 50); los punks, con sus temibles crestas y terroríficas melopeas; los mods, especie extinta que eran los seguidores de los Who y que, simplemente, llevaban gabardinas estilo inspector Gadget y, algunos, corbatitas; los pijos, clásicos de toda la vida (como yo), que siempre han persistido y persistirán per saecula saeculorum; los góticos, alegres y pizperitos muchachitos seguidores de The Cure y similares; los folkies (por esa etapa también pasé yo), seguidores de la música celta y de los maravillosos Jethro Tull); los heavies, una mezcla gritona y alegre entre folkies y rockers... En fin, un sinfín de sinfines.
Por entonces, los hippies ya estaban extintos, y lo más divertido era ver las peleas entre mods, rockers y punkies, parecidas a ésas de la aldea de Astérix, cuando el pescadero de la misma las comienza dando un besugazo a alguien al decirle que su pescado no es fresco...
Actualmente sólo perviven los góticos, los eternos pijos, algún remedo de punky y los grunges; aunque nadie los llama ya grunges; ni siquiera saben lo que es eso...
Y de ese movimiento grunge es de donde deriva la estética de la juventud actual, es decir, la estética del feísmo, cálidamente acogida desde siempre por los movimientos antisistema, sólo que aderazada, además, con valientes capuchas y elegantes pañuelos al rostro. Desde entonces los jóvenes empezaron a vestir como lo que dicta el Manual del Buen Albañil.
La actual desbordada pasión por el Cantinflismo no es más que un subproducto del movimiento grunge y no sé en qué podrá derivar... en ir directamente sin pantalones y faldas, con aderezo de palominitis, o en ir directamente sin nada, con lo que los hombres empezaríamos a fijarnos con fruición en otras excitantes partes del cuerpo ocultas, como las axilas y los pies (...es que somos así de viciosillos y no tenemos solución...).
Pues bien, para todos aquellos jovenzuelos y jovenzuelas, veinteañeros, treintantones y cuarentañeros os recomiendo
El Blog de los Culos, donde podréis recabar una multitud de interesantes ideas para modas futuras...
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3 comentarios:
Y uno más:
Tengo el inmenso honor de otorgar el Premio Red Hispania al Amor a España a tu blog. Este premio te permitirá escribir en el prestigioso blog Red Hispania artículos políticos sobre nuestro país.
Ey, ey, que los mods aún subsisten. Respecto a tema fundamental, a mí esa costumbre que se lleva imponiendo desde hace años atrás me parece de poca clase.
Saludos.
Muchas gracias, Tururú, majete, que Dios te lo pague :-)
Y, Andrés... ¡no sabía que aún hubiese mods! ¡vaya sorpresa!
Y sí, estoy de acuerdo contigo en que esa costumbre es de poca clase, pero a algunas chicas no hay que hacerles ascos... ¿verdad? ;-)
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