Llama la atención en estos días, la condena dictada contra el ex Presidente de Israel, Moshe Katsav, por haber cometido, hace años, una serie de delitos de violación y abusos sexuales...
Nos congratula en extremo que cualquier persona -haya tenido o tenga actualmente el rango que fuera- sea juzgada en igualdad de condiciones que el resto de los mortales...
Esto callará las hipócritas bocas de todos aquellos que ondean las consignas de que Israel no es un verdadero Estado democrático, poniendo al nuestro, irrisoriamente, como ejemplo y paradigma de la Democracia con mayúsculas.
Debo recordar de nuevo que, según el artículo 56.3 de nuestra vergonzosa Constitución -una de las más dañinas de la Historia de españa, pues ha traído con ella la abyecta división y odio interterritorial, y una auténtica confusión de facto entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial-, "La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad [...]"...
Así, como suena: el Rey es "inviolable" y "no está sujeto a responsabilidad alguna"...
Es decir, le están llamando directamente "irresponsable", además del cachondeo adicional que le confiere el doble sentido de la palabra "inviolable"...
Por tanto, en el imposible por improbable caso de que a este monarca -o a otro posterior- se le ocurriese cometer un delito similar al del mencionado Jefe de Estado israelí (o cualquier otra barbaridad), nunca sería juzgado, ni condenado, ni nada de nada...
No sería culpable de ningún delito y podría seguir cometiendo per saecula saeculorum las maldades que pudieran ocurrírsele...
Esta auténtica barbaridad, por la que España ha sido condenada frente a un asesino terrorista como es Arnaldo Otegi, pone a nuestro país en su auténtico sitio, como lo que es:
Un auténtico, despótico y sumiso Reino Medieval...
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