Anteayer, jueves, tuvimos ocasión de contemplar cómo estas dos ancianas de las que se rodea el presidente Zapatero nos ofrecieron otro ridículo espectáculo de sonrisitas y complicidades para explicarnos lo que ya sabíamos y no decirnos lo que queríamos saber:
Ya sabíamos que entre las "socialistas" medidas que este Gobierno de timadores iban a adoptar estaban la congelación de las pensiones y la reducción del salario de los funcionarios. Eso ya nos lo habían dicho.
Lo que la gente esperaba es que concretasen qué medidas impositivas adicionales se iban a aprobar. A quién iban a afectar. Qué consideran ellos grandes fortunas.
Con una bobina y bovina sonrisa contestaron que "eso se dirá a su debido tiempo".
Y se quedaron tan panchas.
Pero, como dijimos en otra ocasión... ¿de qué se ríe esta gente? ¿De qué se ríen los socialistas?
¿Por qué lucen siempre esa cínica y sempiterna sonrisa de congénita chulería?
La causa de este silencio a gritos, bordado de hueras sonrisas, es la que nos preparan:
Señores: ante la fuga de capitales que puede producirse si, con el tiempo debido, estos luciferinos desgobernantes nos avisan, han optado por decirlo de sopetón. Cuando no exista ese tiempo.
Cuando nos tengan encerrados en un nuevo corral de gallináceas sin escapatoria.
"De gallina vieja se hace buen caldo", frecuentemente se dice.
Pero de estas gallinitas que giran y giran, y picotean alrededor del gallo del corral, el señor Zapatero, poco caldo podemos esperar, salvo el que hagan con todos los españoles.
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