Ha hablado de patriotismo, ha hablado de "los valores viejos" de los antepasados como equivalentes de los "valores verdaderos"...
Valores viejos, patriotismo... ¿qué dirían todos los pijiprogres socioslistos si su Presidente pronunciara esas palabras? Cacarearían como gallinitas histéricas... ¡Y no digamos el grupo de separabobos que los apuntalan en los gobiernos de España, Cataluña y Galicia...!
"¿Valores viejos, patriotismo...? ¡Qué carcunda!" -dirían- "¡Qué casposo fascista!" -epitetarían.
¿Y qué pasaría si en la investidura de nuestro minipresidente se hubiera rezado además un Padre Nuestro, como ha ocurrido en la ceremonia de Obama?... Nuestros satánicos laicistas hubieran puesto a girar sus cabezas como un sacacorchos y a vomitar espumarajos verdes (o Coca Cola, que es lo que más les gusta) (la verdad es qué no sé por qué a la mayoría de los socialistas -no a todos- no les gusta el vino: debe de ser porque en una ocasión lo bendijo Jesús y, en otra, lo multiplicó...)
¿Y el señor Zapatero se quiere comparar con Obama o, más bien, quiere compararlo con él...?
La ilusión es el alimento de los tontos.
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